jueves, 18 de septiembre de 2008

PRIMEROS AUXILIOS EN EL DEPORTE

La práctica de cualquier deporte, puede producir lesiones, contusiones, y heridas leves, que de no ser atendidas a tiempo, podrían derivar en algo más grave. En esta nota, las primeras medidas que debes tomar para evitar males mayores.

La mayoría de las heridas que se producen en la práctica deportiva, no tienen mucha gravedad, pero podrían ser mucho más dificultoso de tratar si no se las atiende a tiempo. Así, una simple espina clavada en la rodilla mientras jugábamos al tenis, puede derivar en una seria infección si no es removida a tiempo. Otras heridas secundarias, como por ejemplo una nariz que sangre o una astilla clavada en el pie, podrían llegar a convertirse en problema clínicos, si no tenemos ninguna noción de primeros auxilios.

Por lo tanto, es fundamental saber que medidas tomar cuando una persona acaba de herirse, para aminorar el dolor, las molestias, y las chances de que esto derive en algo más complejo. En todos los casos, siempre será fundamental dirigirse al médico lo antes posible, sobre toso si la herida se hincha y el dolor persiste.

Picaduras de insecto: Si puede llegar a ver el aguijón clavado en la piel, debe quitarlo inmediatamente. Luego, aplique una pasta hecha en base a agua y bicarbonato de soda, y cubra la herida con gasa.

Cortes y rasguños: Siempre lave las manos antes y después de tratar alguna herida abierta. Use una toallita limpia o, preferentemente gasa esterilizada, para lavar el área del corte, junto con abundante agua caliente y jabón. Después de limpiar, cubra el corte con una venda esterilizada. Para los cortes más pequeños, la clásica “curita” pueda ser la mejor solución.

Narices sangrantes: Siéntase sin moverse mucho, con la cabeza inclinada hacia la espalda. Si la nariz continúa sangrando, expire suavemente por la nariz, para quitar cualquier coagulación, coloque un pedazo de algodón húmedo en la nariz, y apriételo firmemente contra la misma. Cuándo la nariz pare de sangrar, se debe dejar el algodón en ese lugar, por un tiempito más.

Astillas: Lave el área con abundante agua caliente y jabón. Tenga todas las pinzas y/o aguja esterilizadas, lo cual se puede hacer poniéndolas unos minutos en el fuego. Si la astilla todavía sobresale parcialmente, use sólo pinzas. Si la misma se encuentra debajo de la piel, introduzca suavemente una aguja para removerla. En el caso de que ésta esté alojada en un lugar demasiado profundo, deberá concurrir a un profesional.

Desmayos: Para prevenir desmayos inminentes, póngase de cuclillas, con la cabeza entre las rodillas y respire profundamente. Si alguien se ha desmayado, póngala inmediatamente de espaldas al suelo. Trate de poner su cabeza en un nivel más bajo que el resto de su cuerpo para que la sangre irrigue más fácilmente hacia la misma, y ponga una tela fría en su frente y cara. Aflójele también toda la ropa que esté muy ajustada.

Quemaduras por sol: Si la quemadura es grande, debe ver a un médico inmediatamente, antes de dar cualquier otro paso. Mantenga la quemadura descubierta, sin ropa, y no le aplique nada, salvo alguna gasa esterilizada, para mantener el área limpia. Si la quemadura es pequeña, póngala bajo el agua corriente, para que se enfríe, y manténgala así hasta que el dolor se vaya. Luego, aplique aceite para bebes en el área afectada. Si no se ven ampollas, aplique una capa de vaselina y cúbrala con gasa esterilizada gruesa. Si nota la presencia de ampollas, humedezca la herida con dos cucharas de bicarbonato de soda, y con un vaso de agua. Luego, aplique la misma gasa pero no vaselina. En todos los casos, beba abundantes líquidos.

Quemaduras, por sustancias químicas: Limpie el área con agua por varios minutos, hasta quitar toda las sustancias químicas. Si la quemadura es en los ojos, limpie suavemente por 20 minutos, y vea a un médico inmediatamente.

Insolación: Diríjase a un área fresca, lejos de sol. Trate de conseguir agua fresca para mojarse, especialmente en la cabeza, el cuello, y las muñecas. También, quítese toda la ropa que le sea posible. Beba abundante agua fría, y, si es posible, avísele a un médico.

Agotamiento por calor: Este síntoma, suele desembocar en la insolación, por lo que debe ser atendido rápidamente. Lo más frecuente, es que se sienta cansado, con un frío sudor, un aspecto pálido, y con temperaturas bajas en el cuerpo. Es necesario que se recueste y se afloje la ropa, pero que se cubra con alguna sabana o manta muy fina. Esto es así por que, si bien con los golpes de calor o las insolaciones las personas necesitan estar bien frescas, con el agotamiento de calor, es necesario buscar un ambiente tibio. Además, debe ver a su médico, para excluir cualquier otro tipo de problemas.

Heridas en los ojos: Si cree que el ojo ha recibido un rasguño o corte, vea a un doctor inmediatamente. Si éste simplemente se irrita por haberle entrado un pequeño objeto, límpielo con agua tibia, echando la cabeza hacia atrás, para que el chorro de agua vaya directo al ojo, y el párpado no obstaculice la llegada de líquido al globo ocular. Si puede ver la partícula pero no sacarla, intente removerla suavemente con un pedazo de gasa esterilizada.

Contusiones: Aplique una bolsa de hielo para reducir el dolor, las hinchazones y las contusiones.
En todos estos casos, aún en los más simples, consulte a posteriori con un médico, para saber si el tratamiento tomado es suficiente.

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